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En Chile, las zonas de clima mediterráneo se caracterizan por suelos altamente degradados y compactados por erosión, lo que requiere el uso de sistemas de labranza conservacionista para mitigar la erosión hídrica, así como incrementar el contenido de agua en el suelo. Se evaluó una rotación avena (Avena sativa L. cv. Supernova-INIA) - trigo (Triticum aestivum L. cv. Pandora-INIA) establecida bajo los siguientes sistemas conservacionistas: cero labranza (Nt), Nt + curvas de nivel (Nt+Cp), Nt + franjas vivas (Nt+Bh) y Nt + subsolado (Nt+Sb), las que fueron comparadas al sistema de labranza convencional (Ct), para evaluar su influencia en el contenido de agua en el suelo (SWC) en el perfil (10 a 110 cm profundidad), la compactación del suelo y su interacción con el rendimiento del cultivo. Las parcelas experimentales fueron establecidas 3 años seguidos (2007 al 2009) en un Alfisol compactado. Al final de la temporada, el SWC disminuyó 44 a 51% en los sistemas conservacionistas y 60% en el sistema convencional. El sistema de labranza y la profundidad tuvieron un efecto significativo (p < 0.05) en el SWC; Nt+Sb presentó un menor contenido de agua entre los 10 y 30 cm y similar al resto de los sistemas conservacionistas entre los 50 y 110 cm, sin embargo superior a Ct. Aunque los sistemas conservacionistas mostraron un mayor SWC, la alta compactación afectó los rendimientos. Cero labranza + subsolado redujo la compactación del suelo e incrementó significativamente el rendimiento en grano (similar a Ct en las temporadas 2008 y 2009). Estos resultados nos muestran que la elección de un sistema conservacionista en suelos compactados de la región mediterránea, requiere mejorar la estructura del suelo para obtener mejores rendimientos e incrementar el contenido de agua en el suelo.